lunes, agosto 14, 2006

¡Encontrada!

Muchas veces no hay que buscar las historias; ellas te encuentran a ti. Pueden estar en cualquier parte –escondidas, acechando– y, cuando menos lo esperas, te asaltan y te obligan a coger el bolígrafo. A veces se disfrazan de noticias del telediario, o te esperan en una frase que escuchaste en la calle, o se transparentan en algo que pasó... o que no pasó.
Pero las cosas han cambiado mucho, los cuentos de hadas ya no son lo que eran. Ahora los príncipes son estudiantes distraídos y soñadores; los caballeros andantes luchan sin demasiado éxito contra los contratos abusivos; las princesas bostezan sirviendo mesas en bares grasientos; los náufragos envían sus mensajes en servilletas arrugadas –Gracias por su visita– y los dragones están en peligro de extinción.
–¡Camarero! Una ración de ancas de rana... a ver si emparento con la familia real.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡qué gran verdad!
Ya me gustaría besar a una rana y que me salga una princesa, sin embargo me ocurre al revés. Intento besar a una princesa y me sale rana. XDDDD
Un saludo.